La barraca es la casa típica de la Huerta de Murcia.
Se construían de paja, agua y barro, que eran los materiales fáciles de encontrar en la zona.
El techo estaba hecho de hierba y juncos. La casa tenía ventanas pequeñas y una puerta en la parte delantera.
Interior:
En la planta baja tenía dos habitaciones, en la sala frontal había una
mesa y algunas sillas, la chimenea y objetos de la casa, y en la habitación de atrás había una cama, una mesilla
y un armario. También había una escalera para subir a la planta superior. En la parte superior solían almacenar algunos alimentos
(carne, frutos secos y verduras) y algunas familias también criaban gusanos de seda. Esta fue una actividad popularmente desarrollada
en Murcia. Las familias vendían los capullos de los gusanos a las fábricas de donde sacaban la seda y las familias obtenían así
algún ingreso extra para su supervivencia.
Exterior:
En el exterior de la barraca hay un pozo para obtener agua y una pila para lavar. La barraca tiene otra puerta al
jardín trasero donde se criaban gallinas, conejos ... Al lado de la casa también hay un horno moruno para hornear pan y cocinar.
Los hombres por lo general trabajaban en los huertos la mayor parte del día, mientras que las mujeres cuidaban de sus hijos,
hacían las labores domésticas y cuidaban de los animales.