Los regadíos de la Huerta de Murcia no existían en época romana. En 1990, una comisión creada para el proyecto de ampliación de Museo de la Huerta llama la atención sobre el posible origen romano del acueducto que se extiende a ambos lados de la noria. De las cuatro catas que se hicieron, la cuarta proporcionó fragmentos de cerámica romana de los siglos III y IV. Estos descubrimientos hicieron pensar en un acueducto romano, pero el informe del responsable de las excavaciones consideró por los materiales (ladrillo y argamasa) y por su disposición arquitectónica que se relacionaba con otro tipo de acueductos como los andaluces del los siglos XVI y XVII. En definitiva, por un lado está el yacimiento romano del huerto de los Canales y por otra el acueducto. Las pilastras que hay junto al huerto se asientan sobre estrato romano y por encima de esta base se halla la capa del s.XVIII. Se descarta por tanto su origen romano y se enmarca alrededor del s.XV, hacia la fecha de implantación de la primera noria (1451). Cuenta con 27 arcos de medio punto. Los arcos están enterrados unos tres metros y alcanzan un total de siete metros de altura, excepto en el cruce del Turbedal que llegan a los nueve. Consta de dos cuerpos: el primero es probable que ya existiera desde el s.XIII, el segundo es un recrecimiento de dos metros que debió hacerse en 1550 cuando se instaló la segunda noria en el s.XVI y es el tramo que puede contemplarse.

Fuente: Salvador Frutos Hidalgo.

El obrero prisionero