La leyenda de esta casa se asocia a Alcantarilla como pueblo de brujas debido a su función de casa de la Inquisición. Sin embargo, aquí no se celebraron Autos de Fe dado que este tribunal estaba en declive en el s. XVIII, cuando se construyó el edificio. El de Alcantarilla era un Tribunal pequeño y la mayor parte de los casos se derivaban a Murcia. Su actividad, más que con la herejía se relacionaba con la superstición y curandería.

En el s. XIX compra el inmueble un sacerdote exclaustrado llamado José López que contrae matrimonio con una señora de Orihuela. Su hijo hereda la casa.
En el s. XX Caya López Arias se convierte en la esposa del hijo. De este matrimonio nacen Caya y Concepción, últimas moradoras de la casa. Hacia mitad de siglo, casi se destruye al ser convertida en una hospedería. Caya se queda soltera y Concepción contrae matrimonio con un señor de Barcelona. Abandonan la casa y llega a un estado ruinoso.

En 1970 entra como alcalde D. Fulgencio López Artero quien se pone en contacto con la familia, que está en Barcelona, para negociar con ellos. Consigue el huerto adyacente (hoy edificado) y la casa para el Ayuntamiento de Alcantarilla.
La reconstruye D. Andrés Terol Díaz, arquitecto municipal, siendo fiel al edificio original del s.XVIII que constaba de dos pisos y planta baja, el superior con ventanas de medio punto y en el centro el símbolo de la Inquisición: cruz y palma. Declarado Bien de Interés Cultural en 1982, se convierte en biblioteca municipal pero se queda pequeña. Cuando se construye la nueva biblioteca junto al Museo de la Huerta, la Casa Cayitas se queda vacía. Posteriormente se le da el uso actual: Archivo Municipal.

La Casa de la inquisición

El amor imposible

El despertar de las brujas

La leyenda de Doña Caya

La prisionera